Otro habitante del bosque boreal es el agua. Está por todas partes, siendo protagonista del paisaje visual y sonoro de la taiga. Proviene del deshielo de las nieves y glaciares, de la condensación ambiental y de las abundantes lluvias que riegan estas regiones y le dan también el nombre de Bosque Lluvioso Boreal. Toda esta agua viaja apresuradamente empujada por el desnivel del terreno,tomando más y más fuerza en cada tramo que recorre. En apenas unos pocos kilómetros, lo que era un arroyo se convierte en una masa de agua que avanza desafiante por los valles hasta que un accidente del terreno desata el encuentro entre los dos colosos: el agua y la roca. El choque es brutal y el ruido ensordecedor cuando toda la energía escondida en el rio se libera y explota contra la resistencia de la roca. A primera vista parece que la roca vence sometiendo al agua a sus deseos. Pero un vistazo más atento nos muestra la realidad, con la ayuda de los milenios el agua ha vencido, doblegando a la roca y moldeándola a su antojo.
Athabasca falls, Jasper NP. Canada.
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