La estrecha franja de mar entre la Isla de Vancouver y la costa canadeiense es un ecosistema marino de gran riqueza. La fuertes mareas impulsan las corrientes procentes de Oceano pacífico cargadas de nutrientes que se mezclan con el agua dulce procedente del rio Fraser y el deshielo de las Montañas Rocosas. El resultado es una explosión de vida afanada en aprovechar tal lujuria de recursos. Las focas también se apuntan al festin y se les puede ver dormitando en apretados grupos sobre las rocas, siempre con un ojo abierto ya comparten territorio con las Orcas que patrullan estas aguas en busca de alimento.
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