5 sept 2006

Vigilantes de la Pradera

Allí donde la taiga consiente que haya un claro en el bosque boreal hay una colonia de ardillas de tierra. Todas las colonias tienen sus vigías que ejercen su función con una pertinaz diligencia, emitiendo sus agudos chillidos de alarma con una insistencia que roza la desesperación. Mas que una señal de alarma parece una advertencia, una escandalosa reprimenda por entrar en un territorio que ya tiene dueños. Como castigo ellas se encargan que todos los habitantes del valle se enteren de tu osadía. La única manera de que se callen es alejarte de su territorio, hasta la los límite de la colonia vecina, donde comienza una nueva serenata.

Canon350D EF70-300 IS USM a 300mm ISO800 f/5,6 1/500

1 comentario:

Anónimo dijo...

menudo viaje te pegaste compañero !!

una autentica maravilla natural digna de admiración.

Gonzalo

NB. Gracias por el link ! todo un honor