Las buenas fotografías cuentan historias sobre su pasado, su futuro y estimula la mente del espectador para recrear su propia historia de la foto.
Usando velocidades lentas de obturador es posible captar pequeños momentos, instantes donde la acción es la protagonista y donde se mezclan los colores del entorno con las formas y estelas de los protagonistas.

En este caso son 166,6 milésimas de segundo del ataque de un zarapito real a una corneja negra.
Corvus corone corone, Numenius arquata;
Gallocanta, Teruel.
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