En nuestra excursión nocturna para llegar al desfiladero Siq que da acceso a la ciudad de Petra, avanzamos por un cauce seco donde ya encontramos los primeros monumentos Nabateos. Uno de los más destacados es la Tumba de los Obeliscos, que se encuentra tallado sobre la roca al otro lado del cauce. Se trata de un monumento funerario, de varios pisos, con dependencias para la celebración de ritos. La luz de la luna, las sombras y el cielo estrellado creaban un ambiente de misterio sobre estos monumentos que aparecian como visiones sobre la silueta de las montañas.
1 comentario:
Jo, que maravilla. Lo que daría por estar allí, bajo este cielo estrellado. Las sensaciones que me transmite esta imagen son las de hacer la maleta, el aerobús y pillar el primer avión que me lleve lejos.
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