Llegamos al pueblo de Petra al ocaso con el tiempo justo para cenar, abrigarnos y bajar hasta la entrada del camino que lleva a la ciudad perdida de Petra, solo con la luz de la luna y unas candelas que iluminaban el sendero.
Entramos en el desfiladero Siq y poco a poco nos fue envolviendo. Había tramos que solo se veía una fina linea del cielo estrellado entre las dos paredes de arenisca apenas iluminadas por la luna y los candiles.
El ambiente mágico nos iba preparando para el encuentro que nos esperaba al final del desfiladero. Pero ni en la más inspiradas de nuestras ensoñaciones pudimos ni imaginar el esplendor del espectáculo milenario que esconde el final del Siq.
Donde la leyenda dice que descansa el fabuloso tesoro de Petra,
en la ciudad perdida de los Nabateos.
3 comentarios:
Buf!
Una serie de fotos impresionante. Y mucho merito le veo por que parecen hechas rapidamente, la luz no era nada facil. Me ha encantado. Sube alguna a photo.net por ejemplo, seguro que van a gustar mucho.
Ah, el pelicano es de Chile. Estuve unos dias pero solamente en la capital y Valparaiso, nada de la desiertos ni montañas (por desgracia!)
Tienes toda la razon, les hubiera dedicado mucho mas tiempo, toda la noche. Nos quedamos los últimos en el desfiladero y nos fuimos encontrando con todo el frikerio (con perdon): una aguela americana buscando a su marido que lo habia perdido, una pareja achuchando en el desfiladero, una mujer vestida de negro tocando las paredes medio en trance. Habiamos quedado en el pueblo con una una pareja francesa con la compartimos taxi y llegamos mas de una hora tarde ...
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