
Después de un rato con ellos en el Templo de los Monos en Lopburi, comenzaba a identificar sus expresiones faciales de curiosidad, miedo, indiferencia, advertencia ...

... aunque a veces la comunicación mono-homo falló y el ataque fue inevitable.
Lo que pensaran realmente los monos no lo se, pero a judgar por los actos de alguno de ellos ... yo diría que nada bueno.
